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Si quieres aprender todo lo relativo a la influenza, conocido más popularmente como gripe, en Euroinnova Formación te contamos todo lo que necesitas saber sobre que es la influenza, además de ofrecerte los mejores cursos sanitarios online con los que podrás ampliar o actualizar tus conocimientos sobre la influenza u otras patologías, virus, enfermedades, etc. La influenza o el virus de la gripe, como es conocida de forma habitual, se trata de una enfermedad respiratoria contagiosa que es originada por un virus, llamado virus de la influenza. El virus de la influenza puede provocar una enfermedad de carácter leve o grave, y que en ocasiones incluso puede originar la muerte del paciente. El virus de la influenza, influenza A o influenzavirus A provoca el desarrollo de la gripe episódica en humanos y que se produce en ciclos de entre 10 y 15 años. De forma habitual en el caso de los humanos, el virus de la influenza desarrolla una gripe más virulenta que la ocasionada por variaciones antigénicas menores, como el caso del virus de influenza B, y condicionan las gripes estacionales que tienen lugar de forma casi periódica anualmente. Aunque algunos síntomas puedan conducir a erros, cabe destacar que la influenza es diferente al resfriado común. Por ejemplo, mientras que un resfriado común se desarrolla de forma progresiva y paulatina, la influenza comienza de repente y presenta sus síntomas de forma rápida. Una persona que ha enfermado a causa de la influenza suele presentar alguno de los siguientes síntomas, o incluso todos en determinadas ocasiones: fiebre o estado febril con escalofríos; tos; dolor de garganta; mucosidad nasal o nariz tapada; dolores musculares y corporales; dolores de cabeza; fatiga o cansancio; algunas personas pueden tener vómitos y diarrea, aunque esto es más común en los niños que en los adultos.
Aunque en la mayor parte de los casos en que una persona contrae la influenza, la recuperación se produce en un periodo que puede variar entre unos pocos días hasta algo menos de dos semanas, pueden darse algunos casos en los que se desarrollan complicaciones como la neumonía, originadas a raíz de la influenza, pudiendo algunas de estas incluso poner en riesgo la vida del paciente y provocar su muerte. Algunos ejemplos de complicaciones moderadas de la influenza son las infecciones sinusales o las infecciones respiratorias y del oído, mientras que en el extremo opuesto nos encontraríamos a la neumonía como una de las complicaciones graves originadas por la influenza. Junto a estas, podemos destacar otras complicaciones provocadas por la influenza como pueden ser la inflamación del tejido que rodea el corazón o miocarditis, la inflamación del tejido cerebral conocida como encefalitis, la inflamación del tejido muscular o bien la insuficiencia multiorgánica, entre las que podemos remarcar la insuficiencia renal o la respiratoria. Por otra parte, las infecciones respiratorias causadas por el virus de la influenza puede derivar en una respuesta inflamatoria en el cuerpo, que a su vez de lugar a una sepsis, una respuesta orgánica a las infecciones, que ponga en peligro la vida del paciente. Además, una infección con el virus de la influenza también puede empeorar otros problemas de salud crónicos. Así, en el caso de las personas con asma pueden sufrir ataques de asma mientras padecen influenza, mientras que las personas con enfermedades cardiacas crónicas pueden presentar un agravamiento de su condición igualmente motivado por la influenza.
Si bien es cierto que cualquier persona puede contraer la influenza y verse afectada por sus patologías asociadas, incluso las personas que gocen de buen estado de salud, y que los problemas de salud graves derivados de la influenza pueden surgir a cualquier edad, hay determinados grupos y colectivos en los que la influenza suele tener una mayor incidencia, y en los que las consecuencias son más graves. Así, algunas personas tienen alto riesgo de presentar complicaciones graves originadas por la influenza, lo que incluye a las personas mayores de 65 años, personas de cualquier edad que presenten determinadas afecciones crónicas como el asma, la diabetes o diferentes enfermedades cardíacas, las mujeres embarazadas y los niños menores de 5 años, siendo potencialmente peligrosa en niños menores de 2 años. En estos colectivos de riesgo, es fundamental extremar las precauciones de cara a evitar posibles contagios de influenza, especialmente en aquellos casos en los que las complicaciones causadas por el virus pueden llegar a provocar la muerte del paciente.
Si prestamos atención a determinadas señales de advertencia, podemos acudir a emergencias medicas rápidamente para comenzar cuanto antes el tratamiento y reducir los efectos negativos de la influenza. Los principales síntomas de la influenza en los niños son: respiración acelerada o problemas para respirar; coloración azulada de la piel cianosis; consumo insuficiente de líquidos; dificultad para despertarse o falta de interacción; estado de irritación tal que el niño no quiere que lo carguen en brazos; síntomas similares a los de la influenza que mejoran pero luego reaparecen con fiebre y agravamiento de la tos; fiebre con sarpullido. En el caso de los adultos, los principales síntomas de la influenza son: dificultad para respirar o falta de aire; dolor o presión en el pecho o abdomen; mareos repentinos; confusión; vómitos graves o persistentes; síntomas similares a los de la influenza que mejoran pero luego reaparecen con fiebre y agravamiento de la tos. Además de estos síntomas, en el caso de los más pequeños es recomendable buscar atención médica de forma inmediata si se presenta alguno de los siguientes signos: no poder comer; dificultad para respirar; llorar sin lágrimas; cantidad significativamente menor de pañales mojados que la normal.
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