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Probablemente, no sea la primera vez que oyes sobre este impuesto. Estas siglas significan Impuesto sobre el Valor Añadido y denotan su naturaleza. Se trata de un impuesto que aumenta el precio final de los productos de consumou. Existen diferentes tipos de IVA que se aplicarán a los productos y servicios en función de su tipología.
Los ingresos que supone este impuesto no se destinan a la empresa explotadora que lo cobra, sino que se le cede al Estado. Así pues, el IVA es la fracción de impuestos que pagas cada vez que compras un producto, dirigida a pagar los gastos por los servicios públicos entre otras actividades estatales.
En todos los países del mundo existe el IVA como figura impositiva, pero con diferentes nombres. También varían en tipología y cantidad.
Junto al IRPF, es el impuesto más conocido. Suele estar sujeto a críticas de forma frecuente a nivel económico y político, ya que es un impuesto que siempre recae sobre el consumidor independientemente de su nivel de renta.
Cada país tiene su configuración de tipos de IVA. En el caso de España, podemos distinguir tres tipos de IVA diferentes que se aplican a productos que varían en naturaleza. Estos porcentajes y clasificaciones van variando a merced de las decisiones referentes a la economía del país.
Asimismo, podemos diferenciar dos tipologías diferentes de IVA. Estas son:
Estos son los tipos de IVA actuales:
El porcentaje de este impuesto es del 21% del precio del artículo. Es el tipo de IVA más común y generalizado, ya que se aplica por defecto.
Por definición, todos los productos que no lleven IVA reducido o IVA superreducido, llevarán el general. Entre los productos más comunes con IVA general encontramos:
Los productos en los que se aplica el IVA reducido cargan con un tipo impositivo menor. El IVA reducido es del 10%. Los servicios y productos que llevan IVA reducido son:
Los productos que llevan IVA superreducido suelen estar relacionados con el bienestar humano, concretamente, de los más desaventajados. El IVA reducido es del 4%.
Los productos y servicios que llevan IVA superreducido son:
El IVA devengado o repercutido es el que las empresas relega en sus clientes. Todas las empresas tienen que declarar este tipo de IVA trimestralmente y bajo ninguna circunstancia podrá deducirse. Su tipo impositivo dependerá de la tipología de productos y servicios que ofrezca.
El IVA soportado es aquel que paga el proveedor de servicios. Este IVA se paga no por el producto final, sino a lo largo de todo el proceso de producción del cual se responsabiliza la empresa.
Dentro del IVA soportado podemos encontrar el IVA deducible. No todo el IVA soportado es deducible. Así pues, el empresario podrá desgravarse esta parte del IVA siempre y cuando los bienes y servicios consumidos estén directamente relacionados con la actividad empresarial.
De este modo, suelen ser deducibles algunos conceptos como el material de trabajo, las dietas o los gastos de desplazamiento. Todos estos conceptos estarán libre de IVA siempre que no sean de carácter recreativo o ajenos a la actividad empresarial.
Estos productos no encaja en ninguno de los tipos de IVA explicados anteriormente. Comprenden contadas excepciones. Los productos exentos de IVA son:
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